Estatutorizacion de Medicos del SEPAD y Residencias Geriatricas

Ayer, en la Mesa Sectorial el SES, con el único apoyo del SIMEX (y la oposición del resto de Sindicatos) se dio luz verde a la estatutorizacion de los Médicos del SEPAD y de las Residencias Geriatricas.

Así pues, se inicia el proceso administrativo que culminara con la creación de tres nuevas funciones dentro de la Categoría estatutaria de Médico de Familia en Equipo de Atención Primaria: función de “Médico CADEX” para el personal medico de los centros de atención a la discapacidad, función de “Medico de centro sociosanitario” para el personal médico de los centros sociosanitarios de Mérida y Plasencia, y función de “Médico de centro residencial” para el personal médico de los centros residenciales de atención a las personas mayores.

Este proceso se demorara unas semanas, por lo que presumiblemente será después del verano cuando se publique el en el DOE.
De todas formas recomendamos a los interesados que contacten con su delegado sindical del SIMEX.

Encuesta sobre “la situación laboral de los médicos en España”

El empleo, la precariedad y la inestabilidad laboral, principales problemas de la profesión médica

El empleo, la precariedad y la inestabilidad laboral son los principales problemas de la profesión médica en la actualidad, según una encuesta sobre “la situación laboral de los médicos en España”, promovida por las Vocalías Nacionales de Médicos con Empleo Precario y de Formación y/o Postgrado de la Organización Médica Colegial, bajo la coordinación del doctor Óscar Gorría, vocal de médicos en Formación y/o Postgrado del Colegio de Médicos de Navarra.

OMCEl objetivo del trabajo fue obtener una radiografía de la situación del empleo en todo el sector médico. En opinión del doctor Gorría, “los resultados obtenidos, que muestran lo que ya temíamos constituyen una voz de alarma en el ámbito de la profesión médica”. El estudio, basado en 9.763 encuestas a médicos colegiados de 49 provincias diferentes, revela que el 90,4 por ciento de los encuestados (8.827 médicos) trabajan en la actualidad, mientras un 9,3 por ciento (904) no tienen trabajo.

El 41,9 por ciento de los encuestados con empleo no tienen plaza en propiedad, de los cuales el 67,3 por ciento trabaja en el Sistema Nacional de Salud (SNS), y un 39,6 por ciento en el sistema privado. Asimismo, un 25,5 por ciento de los que trabajan en el SNS llevan entre seis y diez años sin tener plaza; un 19,2 por ciento, entre 11 y 20 años; y un 6,7 por ciento, más de 20 años sin ella. Dentro de este grupo de médicos sin plaza en propiedad en el SNS (2.755), más del 40 por ciento posee un contrato precario de una duración menor a seis meses, según dicho estudio. Por otra parte, de aquéllos profesionales que trabajan en el sistema privado por cuenta ajena y no disponen de plaza en propiedad en el SNS, un 12, 4 por ciento tiene contratos de menos de seis meses, frente al 40 por ciento del SNS.

Otro dato que revela el estudio es que de los encuestados desempleados (533), el 91,3 por ciento está buscando trabajo y el 23,5 por ciento no está apuntado al paro. A su vez se observa que un 30 por ciento de los desempleados lleva más de seis meses sin trabajar, de los cuales, un 15 por ciento lleva más de un año sin empleo.

Según la opinión de los médicos consultados, tanto la estabilidad laboral como la retribución de los médicos son los aspectos que más han empeorado en el ámbito de la profesión médica en los últimos años. De ahí que iniciativas puestas en marcha por la OMC como la Oficina de Promoción de Empleo Médico (OPEM), en funcionamiento desde el pasado mes de febrero, sean consideradas por más del 50 por ciento de los encuestados como “una iniciativa muy buena y buena”.

Con respecto a otro de los aspectos analizados en este estudio, como es el de la formación médica continuada, se refleja que el 67,6 por ciento de los encuestados está realizando un curso en la actualidad o lo ha hecho hace menos de un año. El 56,3 por ciento realiza su formación continuada con las Sociedades Científicas, un 36,1 por ciento en su centro de trabajo, y un 20,4 por ciento en la OMC. Con respecto a la calidad de la formación recibida, la ofrecida por la corporación médica se sitúa en el segundo puesto, según el 40,8 por ciento de los encuestados, situándose sólo detrás de las Sociedades Científicas.

Por otra parte, la importancia dada por la colegiación a las funciones atribuidas a la OMC es muy alta, siendo la más importante que se atribuye la de regular y vigilar la ética y la deontología, seguida de la defensa de los intereses profesionales, informan de la OMC.

En el estudio se manejaron un total de 9.763 encuestas, respondidas a través de una plataforma on-line. El 96 por ciento de los encuestados son de nacionalidad española, la mayoría, médicos de familia y pediatras. Además, un 30 por ciento son menores de 40 años. El primer muestreo se llevó a cabo durante los pasados meses de mayo y junio, y está previsto un segundo en el próximo mes de octubre. De esta forma se podrá observar la dinámica experimentada a lo largo de 2014. Las conclusiones definitivas de la encuesta se darán a conocer en el III Congreso de la Profesión Médica que se celebrará en Madrid el próximo mes de noviembre.

Gestión Clínica: ¿Amenaza u oportunidad?

Vivimos una época en la que hablar de Gestión Clínica está siendo objeto de controversia, diferentes interpretaciones y, en buena medida, un importante motivo de disputas y división entre los profesionales.

Podemos hablar de Gestión Clínica y tener visiones muy diferentes; pero olvidando y dejando al margen las interpretaciones interesadas, merece la pena que hagamos unas reflexiones sobre el concepto de Gestión Clínica. Lo primero que tenemos que hacer es definirla. Entendemos la Gestión Clínica como una forma diferente de enfocar la gestión de los servicios sanitarios, haciendo al proceso asistencial y al paciente el eje de la asistencia, en el que los profesionales, TODOS los PROFESIONALES, de forma interrelacionada, horizontal, multidisciplinar, aúnan sus respectivos esfuerzos y habilidades para dar respuesta a la necesidad de una persona enferma, o en riesgo de enfermar.

La corresponsabilidad de los profesionales en el sostenimiento del sistema pasa por el uso racional y eficiente de los recursos

Es una nueva organización asistencial en la que los viejos servicios estancos pasan a ser estructuras matriciales, estructuras complejas con múltiples actores, donde se ejecutan acciones asistenciales encaminadas a dar una respuesta eficiente al paciente. Aquí aparece un concepto importante: la EFICIENCIA. Durante los meses de conflicto en Madrid, hemos acuñado hasta la saciedad esta palabra. Hemos manifestado nuestra oferta de colaboración para lograr el mantenimiento de un sistema sanitario público, universal, de calidad, equitativo, sostenible y, por supuesto, eficiente. La corresponsabilidad de los profesionales en el sostenimiento del sistema pasa por el uso racional y eficiente de los recursos.

Damagogia y realidad

Dejemos la demagogia a un lado y hablemos de realidades. Los presupuestos no son infinitos; son los que la sociedad está dispuesta a poner sobre la mesa para financiar los servicios que necesitamos. Siempre se dice eso de “que pongan más dinero”, pero a su vez decimos “¡Ojo, sin que me suban los impuestos!”

Sencillamente, esta ecuación no es posible. Por ello es necesario optimizar los recursos y exprimirlos al máximo. Y en ello estamos implicados de lleno los profesionales. Cada acto médico tiene una importante repercusión económica. Desde una receta hasta la indicación de la prueba clínica más compleja y costosa, detrás hay un gasto. Y no podemos olvidar que quien genera este gasto es el médico. Por supuesto esta teoría es también válida para cualquier otro profesional que presta asistencia sanitaria. En mayor o menor medida, todos generan gasto.

Gestión Clínica aúna la labor estrictamente asistencial del profesional y la necesidad de eficiencia en su actuación del sistema sanitario

Por tanto, Gestión Clínica es un concepto que aúna la labor estrictamente asistencial del profesional y la necesidad de eficiencia en su actuación del sistema sanitario. Y hacer que ambas convivan es una necesidad.

Aquí viene uno de los problemas más importantes a la hora de hablar de Gestión Clínica. Quien entienda que hacer Gestión Clínica es tener todo el control y el poder de decisión sobre el gasto sanitario está equivocado. La tradición por la que algunos entienden el gasto público como posibilidad de negocio personal es un serio problema que habrá que dejar de lado. Quien no entienda que la presión económica de la industria sanitaria, sea farmacéutica, de material sanitario, de tecnología, etc, debe ser erradicada de lo público, mejor que no se dedique a esto.

Un serio problema es que alguien entienda que la Gestión Clínica es una forma de privatizar los servicios sanitarios. No lo vemos así. La exigencia de mantener los servicios públicos con los actuales modelos de contratación, con la diferencia de que estaríamos haciendo una diferente estructura de organización, tal y como defienden las organizaciones del Foro de la Profesión Médica, ayuda a entender esto. Hablar de Gestión Clínica en el Sistema Nacional de Salud es hablar de modelo público, con personal público, con gestión pública y sólo con un modelo organizativo diferente. Un modelo en el que los gestores de procesos asistenciales, los clínicos, se hacen cargo del presupuesto, de su gestión, de su uso racional y, en definitiva, de la sostenibilidad del sistema. Si la Gestión Clínica es otra cosa, no lo compartiríamos.

Hablar de Gestión Clínica en el Sistema Nacional de Salud es hablar de modelo público, con personal público, con gestión pública y sólo con un modelo organizativo diferente

Descentralización de la gestión

Este es posiblemente el miedo de muchas personas ante el cambio que se avecina. Un modelo de Gestión Clínica que venga desde la estructura político-gestora levanta suspicacias y rechazo, máxime en un contexto político tan proclive a la privatización como el madrileño. Por eso se intenta poner en marcha el modelo de abajo a arriba.  Somos los profesionales que voluntariamente deseen participar los que debemos dar el paso al frente y comenzar a exigir esta descentralización de la gestión y que nos dejen demostrar que somos capaces de hacerlo mejor que los actuales gestores. Desde luego, un cambio que venga desde la idea salida de la cabeza de un gestor de despacho no es lo que deseamos. Los cambios han de surgir desde la base, desde los profesionales, desde la trinchera. Otra cosa sería perder el tiempo y hacer que muera una idea antes de demostrar su valía o su fracaso.

Por último, en esta entrega inicial de lo que puede ser una serie de pensamientos en alto de alguien que cree en la necesidad del cambio, desearíamos decir algo sobre el polémico asunto del liderazgo de las unidades de Gestión Clínica. Hemos vividos estas pasadas semanas polémicas importantes acerca de quién puede o quien no puede liderar una unidad de Gestión Clínica. No queremos entrar en esta discusión desde el punto de vista normativo, legal o de cualificación académica. Las disputas entre organizaciones profesionales que representan los intereses respectivos nos generan cierta desazón. Creemos que cada uno sabe perfectamente cuál es su responsabilidad, cuál es su área de conocimiento, qué puede y qué no puede hacer, y por tanto entenderá perfectamente quién debe ser, con carácter general, y no en todos los casos, el responsable de estas unidades. Quien lo quiera entender bien; quien no lo haga, tendrá que explicarlo.

Una idea importante para terminar. Los primeros pasos son complicados, habrá reticencias, miedo al cambio, mucha resistencia y temor a lo desconocido, pero si no avanzamos y nos quedamos como estamos, posiblemente asistiremos a un muerte agónica del mejor sistema sanitario público conocido, del que todos hemos sido copartícipes en su creación y su desarrollo, y del que ahora debemos ser nuevamente corresponsables en el cambio que se nos viene encima.

Julian Ezquerra Gadea

Secretario General de AMYTS